lunes, 8 de agosto de 2016

REVOLVER

Leo en "eldiario.es" un artículo de los periodistas Julio Tovar y Yago García en torno a "REVOLVER", el álbum de The Beatles  que fue publicado el 5 de agosto de 1966. Hace ya 50 años de aquello y a mi entender y para mi gusto personal, toda su música está absolutamente vigente, viva, como si se acabara de publicar ayer mismo. ¡Y son nada menos que 50 los años transcurridos, cuando por entonces yo tenía tan solo 17, acababa de terminar Preu y soñaba con el inicio de mi carrera universitaria!

       En el artículo los autores desmitifican en gran medida al grupo de Liverpool, ya que hablan de sus interminables discusiones; del fuerte carácter de alguno de ellos –de Lennon especialmente–; de los piques entre Harrison y McCartney a la hora de determinar quién tocaba qué tema a la guitarra; de la pugna compositora entre este último y John Lennon; de la paciencia que debió tener con todos ellos el "quinto Beatle", George Martin; de la influencia del LSD durante las sesiones de grabación del álbum... Muy de agradecer –asumo que todo ello es cierto y verificable–, ya que en cierto modo nos acerca la figura de estos tipos geniales, nos los hace más humanos y los saca por un momento del endiosamiento que la fama, el éxito y los medios hicieron de ellos.

      Ese mismo año, unos meses antes, publicaron un disco sencillo con dos canciones magistrales que también se comentan en el citado artículo: "Paperback Writer" y "Rain". Compré y aún conservo ese disco, y sorprendentemente, en aquella España cerril y medio ajena a los grandes cambios que se estaban produciendo en gran parte del mundo, vi al grupo interpretar el primero de los dos temas en un reportaje del No-Do, el noticiario que obligatoriamente nos colaba el régimen en las salas de cine antes de cada película; ese día fui al cine Luchana con mi padre, de noche, tras haber cenado en el comedor que Hermandades del Trabajo tenía en la calle de Juan de Austria y vimos un thriller que ya tenía algunos años encima, pero que sin embargo había sido estrenado recientemente en España; se titulaba "El hombre que no quiso hablar" y tenía a Anthony Quayle como protagonista.

        El lanzamiento de "Revolver", preámbulo del que se produjo algo menos de un año después con el álbum "Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band", resultó ser toda una revolución en el panorama de la música popular. Recuerdo bien el impacto que produjo su carátula, con aquellos hermosos bocetos de los rostros de los "four fabs" y la variedad de fotos que parecían haberse afincado entre sus melenas; y el que musicalmente produjeron dos enormes temas melódicos, "Eleanor Rigby"y "Here, there and everywhere" (a ellos yo añadiría "For no one") y las innovaciones introducidas por George Harrison en los dos temas de influencia indú que él mismo compuso.

     Del segundo de los álbumes citados, que se lanzó a bombo y platillo en junio de 1967, recuerdo la ansiosa espera por comprarlo que compartí durante el mes de julio con un par de compañeros del viaje a Benicasim que hice durante aquél verano y la sorpresa que a todos nos produjo encontrarnos con una obra total, no con el habitual conjunto de canciones más o menos inconexo. Se trataba ahora de un álbum integrado, de una obra mayor, revolucionaria; que contaba además con un espectacular diseño, tanto en su portada como en su interior, que para mayor goce de los amantes del grupo, contenía todas las letras de sus canciones y una especie de recortable que, de algún modo, te hacía sentir –aún más si cabe– parte de la banda del sargento.
  
       "Revolver" fue el preámbulo de los grandes cambios que se avecinaban y por ello estoy seguro que todos los amantes de este trascendental grupo le tendremos un especial aprecio. Por desgracia, cuatro años después, tras la grabación de sus dos últimos álbumes, "Abbey Road" y "Let it be", y de su última actuación semi-pública en una azotea londinense, The Beatles se separaron. Más tarde, en diciembre de 1980, Lennon fue asesinado; y George Harrison, derrotado por un cáncer, falleció en noviembre de 2001. 

       Pero The Beatles nos dejó un gran legado: la música del grupo y la que por separado tres de su miembros –John, Paul y George– siguieron componiendo. El mito se acrecentó y sus canciones quedaron para siempre grabadas en nuestras mentes y nuestros corazones.

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