viernes, 13 de agosto de 2010

Lecturas primavera-verano 2010

Llevaba tiempo sin una cosecha de lectura tan interesante como la que he tenido durante los últimos cinco meses.

Todo empezó con un libro de Juan José Millas, el segundo de sus libros que he leído. El primero de este autor, que compré hace ya varios años, no me gustó nada, e hizo que perdiera interés por leer más obras suyas. Se trataba de ‘Dos mujeres en Praga’, que había obtenido el Premio Primavera en 2002 y que a mí sin embargo me dejó frío, tanto por la irrelevancia del tema como por su carácter surrealista. Ahora no ha ocurrido así, y ‘El mundo’ ha supuesto para mí una grata sorpresa. Premio Planeta en 2007, en sus páginas Millas nos presenta una autobiografía muy sui generis, escrita con un lenguaje fresco y preciso, con escenas hilarantes de su infancia, golpes maestros surgidos de su calenturienta mente infantil y escenas en que nos transmite a la perfección su soledad o su tristeza. Todo un acierto.

El siguiente ha sido ‘Caín’, del recientemente fallecido José Saramago. Magníficamente escrita, más sencilla quizá que otras obras del premio Nobel, esta novela tiene sin embargo cuerpo y un gran estilo, destilando sentido del humor y fuerte ironía; y con un magnífico castellano, fruto de la traducción realizada por Pilar del Río, la esposa del escritor. En ‘Caín’, Saramago nos presenta a Caín en diálogo constante con Dios, al que reconviene por la brutalidad de sus acciones y por el sinsentido de sus decisiones, así como por la falta de escrúpulos y de misericordia hacia quien se supone que constituye su obra máxima: la Humanidad.

Continué, ya iniciándose el verano, con la obra de relatos cortos del también fallecido Alberto Méndez, ‘Los girasoles ciegos’, obra quizá más conocida por la película que realizó en 2008 José Luis Cuerda y que representó a España en los Oscars de 2009 en el apartado de películas extranjeras. Mientras que la película de Cuerda me pareció un experimento fallido, la obra de Méndez, que consiguió póstumamente en 2005 el Premio Nacional de Narrativa, es un ejemplo de excepcional literatura. La obra se desarrolla a través de cuatro historias ocurridas durante la terrible postguerra civil española y que Méndez mezcla hábilmente; sus títulos son: "Si el corazón pensara dejaría de latir", "Manuscrito encontrado en el olvido", "El idioma de los muertos", y el que da título al libro, "Los girasoles ciegos"; todas ellas muy tristes, muy poéticas y magníficamente escritas.

Ha seguido, ya en julio, otra novela excepcional, escrita por el chileno Hernán Rivera. ‘El arte de la resurrección’ es una surrealista historia sobre un nuevo Jesucristo nacido en Chile y que se desplaza a la zona minera del salitre a fin de encontrar a una mujer –Magalena, trasunta de María Magdalena-, con la que desarrollar toda una vida de amor y predicación entre sus semejantes. Escrita en un lenguaje mágico, sobrenatural, de gran riqueza, me ha traído el siempre agradable recuerdo de las lecturas de otros grandes novelistas latinoamericanos como Gabriel García Márquez e Isabel Allende.

Por último dos novelas de sendos escritores españoles: la de la novel escritora María Dueñas que tanto ha dado que hablar este verano, ‘El tiempo entre costuras’; y la última obra de Arturo Pérez Reverte, ‘El asedio’. La primera es una obra bien escrita y desarrollada con soltura, con buen entronque histórico en la postguerra civil española; adolece para mi gusto sin embargo, de un exceso de imaginación a la hora de plasmar la personalidad de algunos personajes, lo que hace que resulten poco creíbles; lo mismo sucede con algunos de los hechos en que esos personajes se ven envueltos, que resultan poco menos que imposibles, pero que la autora maneja a su arbitrio para encajar una historia que es, en su mayor parte, verídica. En la segunda obra, que se desarrolla durante el asedio de Cádiz por las tropas imperiales de Napoleón Bonaparte durante los años 1810-1812, tanto la descripción de personajes como del entorno en que se mueven y de los sucesos y confrontaciones que les atormentan, resultan, bajo mi punto de vista, admirables. Un gran libro de Pérez Reverte, a la altura de 'La reina del Sur' o 'Cabo Trafalgar'.

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