lunes, 30 de agosto de 2010

Esos 'preciosos' mails....

Durante los últimos años, al hilo de la generalización del uso del correo electrónico, se ha disparado el envío de correos con presentaciones que pretenden darnos un baño de moralina, de buenos deseos, de toma de conciencia ante los males que aquejan al mundo, de mensajes de tono religioso o que pretenden serlo. Gran parte de las presentaciones son insulsas, reiterativas, blandengues, cursis; la mayoría invitan a reenviarlas, so pena de castigos y desgracias varias, sentimientos de culpa por no continuar la cadena o acusaciones de insolidaridad. Todas son, sin lugar a dudas, hipócritas: algunas por su propio contenido; otras, por el origen del que proceden.

        Quizá la causa de todo sea la profunda desafección que existe hoy día hacia la religión y la política, el sentimiento de pérdida de valores, la angustia por ver cómo va el mundo. Desde luego ni los líderes religiosos ni los políticos ayudan. De los religiosos solo conozco, por vivir en España, los mensajes de la jerarquía católica; sin duda mejor haría esta gente quedándose en casa con la boca bien cerrada. Y de los políticos qué vamos a decir; si son de la izquierda gobernante parecería que quisieran esconder los tres grandes valores que se les supone: libertad, igualdad y solidaridad. Si son de la derecha que nos ha caído en desgracia en nuestro país, y aún a pesar de que no paran de llenarse la boca invocando los valores perdidos, bien se sabe lo que hay detrás: en ciertos casos el nacionalcatolicismo del que en gran medida son herederos, en los más, el egoísmo y la avaricia más desmedidos. Si se trata del resto de la izquierda, lo que encontramos son los habituales clichés de épocas pasadas y regímenes fracasados; y si los mensajes llegan desde la derecha supuestamente más civilizada de España, catalana o vasca, el nacionalismo de que adolecen los invalida, por disgregador o racista. 

Y el caso es que bastaría con poner en práctica cuatro ideas fundamentales, aplicándolas a nuestras vidas, comprometiéndonos con ellas. Hoy, 30 de agosto, día mundial de la no-violencia, he leído una oración que escribió Gandhi, el líder indio de la no-violencia en cuyo recuerdo se instauró este día. Creo que entre lo que expresa esa oración, lo que propone el conocido poema 'Si' de Kypling y la utopía que propone la no menos famosa canción 'Imagine' de John Lennon, se podrían resumir todos los valores que necesitamos para mejorar, indivual y colectivamente. Adjunto seguidamente los tres.

Señor... ayúdame a decir la verdad delante de los fuertes y a no decir
mentiras para ganarme el aplauso de los débiles.
Si me das fortuna, no me quites la razón.
Si me das éxito, no me quites la humildad.
Si me das humildad, no me quites la dignidad.
Ayúdame siempre a ver la otra cara de la moneda,
no me dejes culpar de traición a los demás por no pensar igual que yo.
Enséñame a querer a la gente como a mí mismo y a no juzgar a los demás.
No me dejes caer en el orgullo si triunfo, ni en la desesperación si fracaso.
Más bien recuérdame que el fracaso es la experiencia que precede al triunfo.
Enséñame que perdonar es un signo de grandeza
y que la venganza es una señal de bajeza.
Si me quitas el éxito, déjame fuerzas para aprender del fracaso.
Si yo ofendiera a la gente, dame valor para disculparme
y si la gente me ofende, dame valor para perdonar.
¡Y si yo me olvido de ti, nunca tú te olvides de mí!

'Mahatma Gandhi'


Si guardas en tu puesto la cabeza tranquila,
cuando todo a tu lado es cabeza perdida.
Si tienes en ti mismo una fe que te niegan y
no desprecias nunca las dudas que otros tengan.    
Si esperas en tu puesto, sin fatiga en la espera,
si engañado, no engañas.
Si no buscas más odio, que el odio que te tengan…
Si eres bueno, y no finges ser mejor de lo que eres, 
si al hablar no exageras, lo que sabes y quieres.
Si sueñas y los sueños no te hacen su esclavo,
si piensas y rechazas lo que piensas en vano.
Si alcanzas el triunfo o llega tu derrota,
y a ambos impostores les tratas de igual forma.
Si logras que se sepa la verdad que has hablado,
a pesar del sofisma del orbe encanallado.
Si vuelves al comienzo de la obra perdida,
aunque esta obra sea la de toda tu vida.
Si arriesgas de un golpe y lleno de alegría,
tus ganancias de siempre a la suerte de un día,                     
y pierdes, y te lanzas de nuevo a la pelea,
sin decir nada a nadie de lo que es y lo que era.
Si logras que los nervios y el corazón te asistan,
aún después de su fuga de tu cuerpo en fatiga,
y se agarren contigo, cuando no quede nada,
porque tú lo deseas, lo quieres y mandas.
Si hablas con el pueblo, y guardas la virtud.
Si marchas junto a reyes, con tu paso y tu luz.
Si nadie que te hiera, llega a hacerte la herida.
Si todos te reclaman, y ninguno te precisa.
Si llenas el minuto inolvidable y cierto
de sesenta segundos que te lleven al cielo,
todo lo de esta Tierra será de tu dominio,
y mucho más… ¡Serás hombre, hijo mío!

'Rudyard Kipling'


Imagina que no existe el cielo;
no es difícil si lo intentas.
Que bajo nuestros pies no hay ningún infierno 
y que por encima solo está el firmamento.
Imagina a toda la gente
viviendo al día.
Imagina que no hay países,
no es muy difícil hacerlo.
Nada por lo que matar o morir
y ninguna religión.
Imagina a toda la gente
viviendo su vida en paz.
Dirás que soy un soñador,
pero no soy el único;
y espero que algún día te unas a nosotros     
y que el mundo sea uno.
Imagina que no hay posesiones,
me pregunto si podrás hacerlo;
que no hay avaricia ni hambre;
imagina una hermandad entre los hombres.
Imagina a toda la gente
compartiendo el mundo.
Dirás que soy un soñador,
pero no soy el único;
y espero que algún día te unas a nosotros
y que el mundo sea uno.

'John Lennon'

No hay comentarios:

Publicar un comentario